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jueves, 28 de noviembre de 2013

7 ANTIFASCISTAS DETENIDXS

A la caza del antifascista

La subdelegada del Gobierno, Felisa Panadero, ordena detenciones arbitrarias de jóvenes de izquierda después de autorizar la manifestación de una organización ultraderechista por el centro de Sevilla.
El Partido de la Cruz Flechada o Movimiento Hungarista. Así se autodenominaron los grupos fascistas que durante la Segunda Guerra Mundial colaboraron en Hungría con las tropas de ocupación de la Alemania nazi. Fueron responsables del asesinato extrajudicial de miles de personas y de la deportación de al menos 80.000 ciudadanos húngaros, muchos de ellos judíos, al tristemente célebre campo de concentración de Auschwitz. La Historia les ha condenado por sus atroces crímenes y, sin embargo, el sábado 26 de octubre de 2013 sus infames símbolos y banderas de odio ondearon por las calles de Sevilla. La organización ultraderechista Respuesta Estudiantil utiliza como emblema la Cruz Flechada. En la mayoría de países europeos estaría prohibido y constituiría un delito.
El sábado 26 de octubre, y a pesar de que a Sevilla acudieron varios autobuses de otras partes del Estado español, Respuesta Estudiantil sólo logró congregar a 100 personas. Frente a ellos había entre 300 y 400 jóvenes que, convocados por la Coordinadora Antifascista, mostraban su repulsa por la manifestación de carácter fascista. Un dispositivo de la Policía Nacional estaba presente, sin actuar en ningún momento por la exhibición de símbolos que debieran ser un delito de apología al nazismo, como lo son en otros países. Sí intervinieron, en cambio, para disolver a los manifestantes antifascistas en una dura carga policial que dejó violentas escenas en el centro de Sevilla, lleno aquel día de turistas y viandantes.
La resaca de lo ocurrido aquella tarde aún continúa. Un mes después, el 26 de noviembre, un amplio dispositivo de la Policía Nacional se encargó de detener en la ciudad a un total de siete personas, jóvenes estudiantes todos ellos que supuestamente habían participado en la convocatoria antifascista. La Policía esperaba a los jóvenes en la puerta de sus casas para detenerlos en cuanto ponían un pie en la calle. El Grupo de Juristas 17 de Marzo, que atendió a los detenidos, denuncia el carácter político de las detenciones y afirma que “las detenciones ordenadas se han producido para tapar el enorme error político que supuso autorizar una manifestación con tintes racistas por el centro histórico de Sevilla”. Apuntan hacia el papel jugado porFelisa Panadero, subdelegada del Gobierno en Sevilla, que no sólo autorizó la marcha de Respuesta Estudiantil, sino que después de los incidentes llegó a definir a la organización ultraderechista como “niños que querían manifestarse con banderas de España”. Y había efectivamente algunas banderas de España, junto a un sinfín de banderas de la Cruz Flechada.
Pero no quedó ahí la cosa. El 28 de octubre, tan solo dos días después de la polémica manifestación,Respuesta Estudiantil anunciaba que ejercería acciones legales contra la Coordinadora Antifascista para conseguir “la ilegalización de todos estos grupos terroristas y la detención y puesta a disposición judicial de sus dirigentes e integrantes”. Un mes después, Felisa Panadero quería cumplir con la petición del grupo ultraderechista. Sin embargo, ni la Policía Nacional ni ninguna autoridad ha iniciado acciones por la exhibición de simbología que pudiera constituir una Apología del Nazismo. Ni está, ni se la espera.
Los siete detenidos ya han sido puestos en libertad tras la rocambolesca situación generada por la Subdelegada del Gobierno. El Grupo 17 de Marzo denuncia que, caso de que se percibiera algún indicio contra estas personas, el procedimiento normal hubiera sido citarles para declarar, en lugar de proceder a detenerles en la puerta de sus domicilios frente a familiares, vecinos y amigos.

Unos niños un poco gamberros

Dos días antes de las detenciones, el domingo 24 de noviembre, se celebraba en el estadio Sánchez Pizjuán el derbi de la ciudad entre el Sevilla y el Betis. El resultado, 4-0 a favor del Sevilla F.C., no tuvo una gran trascendencia internacional. Sin embargo, Joseph Blatter, Presidente de la FIFA, máxima autoridad futbolística a escala mundial, sí tenía que opinar sobre lo acontecido. Blatter se mostró “asqueado” por la actitud de una parte de la afición del Real Betis Balompié. Se refería a los insultos racistas que una pequeña parte de la afición, los denominados Supporters Sur, profirieron contra Paulao, jugador de su propio equipo que fue expulsado por el árbitro. En uno de los vídeos en los que se ve lo acontecido, se identifica perfectamente a Ángel Romero, delegado de Respuesta Estudiantil en Sevilla, que forma parte de la hinchada ultraderechista que hace gestos obscenos, realiza saludos fascistas e imita el sonido de los simios para atacar a Paulao.
Los niños de Felisa Panadero han salido un poco gamberros. Y parece que autoridades internacionales, aunque sean futbolísticas, se toman mucho más en serio que la subdelegada del Gobierno de Sevilla las actitudes de estos chavales que quieren pasar de ser un grupo radical de hooligans a un sindicato estudiantil.


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